viernes, 23 de abril de 2010

En blanco


Hoy no tengo ganas de subirme al mundo... es como que estoy un tanto dejado, o eso me parece a mi al menos.
Mi mente se ha bloqueado como cuando por un descuido un tanto torpe te olvidas tu código pin y no eres capaz de encender el teléfono móvil... pues en mi caso es lo mismo... no soy capaz de encender mi mente.
Es que si comparamos este blog con la vida de uno, es bastante complicado, puesto que originariamente es un regalo que se te concede, y esta virgen, pulcro, sin malicia alguna ni contratiempos. Y en esa blancura tan desmesurada debes empezar a llenarla toda entera de tus historias, tus alegrías, tus penas que son muchas y todo lo que se te pueda venir a la cabeza que creas que pueda al menos a los ojos del lector resultarle interesante antes del primer punto y aparte... para que así, éste no lo transforme en punto y final y a otra cosa mariposa.
Estoy en blanco, como al principio de esta página, y parece que las ideas que se me pasan por la cabeza no son tan buenas como para plasmarlas aquí, puesto que no son del todo alegres y ni tan siquiera sé si las quiero publicar aun así.
Me encantaría poder llenar todo este manto blanco de cosas que puedan interesar, cosas de mi vida personal que parezca atrayente pero es todo lo contrario y suena a dárselas uno de víctima, y sin duda alguna no me gusta el planteamiento.
No es una despedida, pero tampoco sé si es un hasta luego, hasta siempre o hasta mañana, ya que quizá puede que por ciencia infusa se me desbloquee el pin y pueda concederme el gusto de seguir marcando letras hasta configurar algo legible.
En fin, voy a dejar que los vientos de la desesperación y de la incertidumbre dejen de nublar mi mente por hoy, y espero poder tener algo muy pronto... porque esto de quedarse en blanco... ya no se lleva.

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